Una de las ciudades más bonitas y encantadoras que me ha tocado conocer ha sido Brujas o Brugge, en Bélgica.
Se trata de una pequeña población de no más de 120,000 habitantes que cuenta con múltiples encantos que puedes ir descubriendo uno a uno mientras la recorres tranquilamente caminando.
Llegar a ella no es difícil ya que puedes alcanzarla vía tren desde Bruselas o París en muy poco tiempo, y una vez que ya te encuentres ahí debes comenzar a caminar hacia su parte centro, en donde podrás iniciar tu aventura de la mejor manera.
Recomiendo dedicar un día entero por lo menos en Brugge para que puedas disfrutar sin prisas ésta encantadora ciudad, pero si acaso tu itinerario es más limitado y sólo dispones de algunas cuantas horas, lo ideal es conocer la plaza principal (Markt) con sus maravillosos edificios de estilo gótico y neogótico, así como el Campanario de la ciudad, la Basílica de la Santa Sangre y el Parque Minne, el cual tiene muchos puentes y un lago con excelentes puntos para hacer increíbles fotografías.
En una increíble ciudad como ésta es muy difícil hacer una recomendación exacta sobre a dónde dirigir tus pasos, ya que lo ideal desde mi propia experiencia es dejarte llevar por tu instinto y por donde tus sentidos te lo dicten, pues sinceramente cada callejón, rincón y plaza te ofrecen perspectivas muy bellas e interesantes.
Cada espacio que se va abriendo con el andar de los pasos te ofrece una invitación para tomar fotografías, entrar en alguna tienda de recuerdos o simplemente quedarte admirando sobre un puente la maravillosa arquitectura y el empeño urbanístico que hacen de Brujas una de las ciudades más lindas del continente europeo. El canal Rozenhoedkaai es uno de los más pintorescos de la zona así como la animada calle Dijver con sus casas medievales en ladrillo y sus vistas únicas hacia las torres de las iglesias más altas y representativas de la ciudad.
Recomendación aparte es darte un pequeño momento para comprarte algún postre o tomarte un café en sus múltiples establecimientos para disfrutar del ambiente local de una forma más cercana y completa. Si de igual forma te agradan las bebidas pero no precisamente el café, puedes hacer un recorrido especial por algunos de los bares o cervecerías que ofrecen servicio de visita y degustación de sus productos.
Si te gustan los museos y tienes tiempo para visitar alguno te recomiendo el famoso Choco-Story, donde se muestra la historia del cacao y la elaboración del chocolate. De igual forma el Museo de la Ciudad en plena plaza principal es una excelente alternativa para conocer más a fondo la historia y el contexto de Brujas y ésta región de Bélgica.
Ahora ya lo sabes, Brugge es un lugar que debes conocer en algún momento de tu vida si te encuentras en Europa. Ya sea como parte de tu primer viaje o si estás repitiendo, debes incluir ésta población que seguramente te fascinará como a mí. ¡Bon Voyage!
