lunes, 28 de septiembre de 2020

FÜSSEN Y SCHWANGAU: UNA VUELTA POR LOS ALPES DE BAVIERA

 Aunque Alemania cuenta con solo una delgada franja alpina, posee hermosos paisajes, lagos, pueblos y muchas otras sorpresas para disfrutar


                                                        Alpes de Baviera en Alemania


Es cierto que a los alemanes les tocó solo una delgada franja alpina al extremo sur de su territorio y que a comparación de otros países como Francia, Italia, Suiza y Austria, los Alpes aquí sólo representan un porcentaje mínimo del territorio, exclusivamente localizados en la hermosa región de Baviera.

Sin embargo y a pesar de la estrecha porción de montañas que marcan los límites entre Alemania y Austria, esta región tiene su encanto particular y muchas opciones para dedicarle un viaje express, un par de días o bien, realizar un viaje exclusivo y a fondo para disfrutar todo lo que ofrecen los Alpes alemanes.

En esta ocasión hablaré exclusivamente de Füssen y de los dos castillos de Schwangau, que son sólo una parte de la ruta alpina de Baviera. 


                                                    Castillos en Schwangau, Baviera


Mi primer consejo es empezar en Múnich que es la capital de Baviera y prácticamente del sur alemán. Diariamente desde esta gran ciudad salen trenes a diferentes regiones donde los bosques, las colinas y las montañas; comienzan a mezclarse a medida que se alcanza la frontera con el Estado de Tirol en Austria.

Füssen se localiza al sur de Múnich y sólo a dos horas en tren. Te aconsejo que lo tomes temprano para que puedas tener un día completo y bien aprovechado. Al llegar a la estación de Füssen lo primero que tienes que hacer es caminar unos pasos hasta donde se encuentran los autobuses que te llevan hasta el poblado de Schwangau, que dista solamente 5 kilómetros de ahí. 

                                                     Pequeña estación de tren de Füssen


Una vez en Schwangau te tocará elegir cuál de los dos castillos visitar primero. Si tienes poco tiempo y sólo puedes visitar uno de ellos entonces elige Neuschwanstein, que se encuentra subiendo la montaña a unos 15 minutos en un sendero que se adentra en el bosque. Este castillo del cual se inspiró Disney para sus películas de princesas en realidad es una obra fantástica, pues su arquitectura es de ensueño y su localización en la colina, te ofrecerá espectaculares vistas hacia todas direcciones.


                                                    Pintorescas casas en Schwangau



El otro castillo ubicado a un kilómetro de distancia es el llamado Hohenschwangau. Se trata de una construcción menos espectacular que el anterior pero aún así tiene mucho valor y vale la pena ser visitado. Puedes elegir entre sólo ver los castillos por fuera o entrar a conocerlos a plenitud, aunque debes tomar en cuenta que ésta actividad te llevará cuando menos entre 2 o 3 horas, así que revisa bien el tiempo que dispones.



                                                            Castillo de Hohenschwangau


Yo opté por conocer ambos solamente por fuera, pues el día avanzaba y aunque era pleno verano y la luz solar duraba bastante, quería recorrer aunque fuera por un par de horas el pueblo alpino de Füssen al terminar la visita de los castillos. Además, durante el recorrido me detenía con frecuencia para admirar y fotografiar la estampa maravillosa de los Alpes alemanes, los lagos y las pintorescas casas muy típicas de esta región.


                                                           Paisajes alpinos de Baviera


Aunque no entré a Neuschwanstein pude estar en su antesala y tomar muchas fotos. Desafortunadamente para mi en esa ocasión el puente mirador llamado "Marienbrücke" estaba en remodelación y no fue posible tener las mejores tomas del castillo a la distancia. Aún así al descender de la colina para disponerme a tomar el bus hacia Füssen, pude admirar por última vez ambos castillos prometiéndome entrar en ellos la próxima vez que tuviera oportunidad de visitarlos.


                                                                Castillo de Neuschwanstein



                                                Panorámica de Sachwangau y los Alpes











Por último aproveché las últimas dos horas antes de que saliera mi tren de regreso a Múnich para comer y conocer un poco de Füssen, un pintoresco pueblito típico de los Alpes, con sus calles llenas de restaurantes, cervecerías y tiendas de souvenirs. Noté que en el poblado había un convento benedictino y una iglesia muy bonita, pero no tuve tiempo de conocerla para mi mala fortuna. El ambiente era muy especial, la tarde caía y había que volver a la pequeña estación donde el tren nos llevaría de vuelta a la capital bávara.



                                                                    Calles de Füssen

En el camino y a medida que los Alpes y las colinas se quedaban atrás prometí volver, pues quedaron muchos pendientes que solamente contando con día y medio cuando menos, se podrían visitar. Existen una gran cantidad de poblaciones y atracciones turísticas que se pueden realizar y que honestamente necesitarían no uno ni dos viajes, sino tres o cuatro quizás para descubrirlos en su totalidad. Además, no es igual visitar estos sitios en verano que durante invierno, pues las actividades a realizar varían mucho de acuerdo a la estación del año en que se visiten.


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